El toque de atabales se podrá sentir con fuerza este fin de semana a través de la fundación Sol Naciente de Sainaguá. Se trata del festival más concurrido, en el cual se agrupan todas las provincias del país, llenando de alegría a la comunidad de San Cristóbal.
Es una gran convivencia, una cofradía, un evento tradicional unido por la música, en el que participa toda la comunidad. En él comparten agricultores, intelectuales y grupos culturales.
Durante su desarrollo se juntan personalidades de la ciudad de San Cristóbal, como el síndico, gobernadores, senadores, gente de la televisión y muchos artistas, que no se pierden esta gran fiesta, que es una rica fuente de conocimiento y aprendizaje, comenta Nelson Rivera Portes, secretario ejecutivo del festival. “Se espera que participen alrededor de 40 de los grupos más selectos de cada provincia que vienen a compartir ideas e intercambiar costumbres desde hoy y hasta el próximo domingo”, comenta.
Al evento vendrán grupos desde Villa Mella, Barahona, los Guloyas de San Pedro de Macorís, Cotuí, Santiago, San Juan, Baní, El Seibo, Barahona y muchas otras provincias.
La muestra del festival es para mantener, rescatar, promover y defender los valores que tenemos como nación, y toda manifestación cultural que exprese las raíces de la dominicanidad, sostiene Rivera Portes.
El desfile sale de la Plaza de la Constituyente y pasa por el Parque Central, desplazándose a 10 kilómetros de la carretera de Palenque. El desfile estará compuesto por la banda de música; todos los grupos de atabales tocando en patanas, camionetas y caballos de paso fino.
Las instituciones de AMET, Cruz Roja y la Defensa Civil estarán dispuestas a la agilización y coordinación del tránsito y cualquier eventualidad que pueda ocurrir. De igual manera estará integrado el comité organizador conjuntamente con las escuelas y los liceos de San Cristóbal. Toda una comunidad dedicada para que en esos tres días de trabajo todos salga bien, comenta Rivera Portes.
La integración de los artistas Nelson Rivera Portes, secretario ejecutivo del festival, informa que artistas de la talla de Luis Díaz, Xiomara Fortuna, Jesús Sosa, así como el sociólogo Dagoberto Tejeda y otros harán acto de presencia en el festival, ya que son parte de él.
El evento se acompaña de arte culinaria, el chenchén, la masita, el cazabe y los dulces tradicionales que hace cada región, haciendo posible un intercambio cultural dentro del evento.
Otro detalle que se resaltará durante la celebración será el agradecimiento a San Andrés, y una imagen suya se paseará por todo el pueblo, en un altar de caoba muy bien decorado. La gente tendrá la oportunidad de ofrecerle joyas en forma de medallita o algo en oro para que le ayude.
Rivera Portes dice que esta imagen se trasladará desde el viernes en una casa diferente, y la gente lo recibe con mucha alegría para agradecerle algún favor.
RAÍCES“La parte espiritual la tenemos en la música”, detalla Rivera Portes, quien hace referencia a que el negro fue muy maltratado en la colonización; a fuerza de látigo y espada quisieron quitarle su cultura, sus creencias y, con ello, su religión.
Las tribus africanas en sus orígenes no conocían al Dios Jehová, pero tenían sus creencias sanas en algo superior, al igual que los españoles. El dios de ellos era Oggún Valenyo, Papá Cándelo, Califé, Metresilí, dioses africanos a los que les pedían para que los ayudara con la agricultura, a vencer al elefante o al león, y a prevenirlos de todo mal, comenta Rivera Portes.
“No es algo de oscurantismo ni salvajismo que tú veas en un barrio cualquiera a una señora pidiéndole a San Antonio, su dios, que le ayude a tener su casita, o a curarle alguna enfermedad, lo cual, en agradecimiento, le prenden un velón o le hacen una pequeña fiesta”.